Dicen que nunca hay que explicar la obra de arte, que una obra no necesita explicación, que se tiene
que ver más alla de los ojos.
Más allá supongo que es donde uno ni siquiera conoce.
De esto se trata.
En mi trayectoria pictórica he abordado la figuración humana desde diferentes prismas, lo que tienen en común es una motivación de captar la esencia del individuo, ya sea entendiendo el individuo como un contenedor de emociones o como un ente antropológico.